viernes, 18 de abril de 2014

El pozo


A veces te hundes, caes

en tu agujero de silencio,

en tu abismo de cólera orgullosa,

y apenas puedes

volver, aún con jirones

de lo que hallaste

en la profundidad de tu existencia.

(Pablo Neruda)



Foto: google+



Un día, el burro de un campesino se cayó en un pozo seco. El animal lloró durante horas, mientras el campesino trataba de buscar una solución para sacarle. Cuando el campesino se dio por vencido, decidió tapar el pozo para que no se cayera nadie mas al estar seco, y además pensó... que el burro ya estaba muy viejo. Pidió ayuda a sus vecinos para que taparan con tierra el pozo con palas, para que nadie se lastimara más. Pero después de un buen rato de lanzar paladas dentro del pozo, el burro no se dio por vencido, cada palada de tierra que le caía encima, se la sacudía y la usaba para ascender poco a poco por encima de ella. Hasta que para sorpresa de todo el mundo, el burro sacó la cabeza del pozo y pudo salir. Se liberó y salió corriendo.

Moraleja, nunca hay que darse por vencido, y por muy profundo que sea nuestro pozo, siempre podremos salir, sobre todo, si somos personas positivas y optimistas. Con ayuda o sin ayuda, eso lo decides tú.




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